A solo unos días de Halloween, la empresa de confitería Candy Warehouse, con sede en Sugar Land, Texas, presentó una declaración de quiebra bajo el Capítulo 11, según documentos del Tribunal de Quiebras del Distrito Norte de Texas.
El anuncio llega en el momento más crucial para el sector, cuando las ventas de dulces alcanzan su punto máximo anual. De acuerdo con los registros judiciales, la compañía reportó activos entre $100,000 y $500,000 y pasivos de entre $1 millón y $10 millones, con un balance estimado de $224,000 en activos y $2.8 millones en deudas.
La solicitud fue registrada el 24 de octubre, y según el expediente, la empresa busca reorganizar sus finanzas mientras continúa operando parcialmente bajo supervisión judicial.
Una caída constante en las ventas pone en jaque al negocio
La crisis no surgió de la noche a la mañana. Según la firma de análisis Grips Intelligence, las ventas de CandyWarehouse.com cayeron entre un 10% y un 20% en 2024, alcanzando aproximadamente $4.5 millones. Las proyecciones para 2025 apuntan a un descenso aún más drástico, de entre 20% y 50%.
El negocio, que en sus mejores años se destacó como uno de los principales distribuidores en línea de dulces al por mayor, se ha visto afectado por la inflación, los costos logísticos y la disminución del gasto del consumidor.
Mientras algunos analistas prevén una temporada de Halloween sólida, otras encuestas reflejan preocupación entre los minoristas ante una menor confianza del consumidor y un posible ajuste en el presupuesto familiar.
Un entorno económico amargo para la industria del dulce
La subida en el precio del chocolate ha sido uno de los factores más determinantes para el cambio de hábitos de compra.
De acuerdo con Rebecca Rickert, directora de comunicaciones en Empower, “este Halloween algunos consumidores podrían estar dejando de lado el chocolate debido al aumento de precios. Este gasto refleja cómo la inflación está impactando incluso las tradiciones más pequeñas”.
Pese a ello, las cifras de la Federación Nacional de Minoristas (NRF) indican que los estadounidenses gastarán un récord de $13,100 millones este Halloween, incluyendo $3,900 millones en dulces, $4,300 millones en disfraces y $4,200 millones en decoraciones.
Esto sugiere que, aunque el gasto total aumenta, no todos los negocios logran beneficiarse de igual manera, especialmente aquellos que dependen de márgenes reducidos y altos volúmenes de venta en línea.
Lecciones empresariales detrás del colapso
El caso de CandyWarehouse deja una lección clave para las pequeñas y medianas empresas:
la estacionalidad no garantiza estabilidad. Basar el modelo de negocio en picos de venta, sin una estrategia diversificada, puede volverse un riesgo ante fluctuaciones del mercado o cambios en el comportamiento del consumidor.
La caída también evidencia la importancia de adaptarse digitalmente, mantener estructuras de costos sostenibles y crear relaciones de fidelidad con el cliente más allá de la temporada alta.
Reinventarse incluso cuando el mercado se enfría
Aunque la bancarrota de CandyWarehouse parece un golpe duro, puede convertirse en un ejemplo de reinvención.
Muchas empresas han utilizado el Capítulo 11 como punto de partida para reestructurar deudas, redefinir su modelo de negocio y volver al mercado con estrategias más ágiles y centradas en la experiencia del cliente.
El mensaje para los emprendedores es claro: en tiempos de incertidumbre, la flexibilidad y la innovación son los ingredientes más dulces para sobrevivir.
Vía News Week


