La economía estadounidense creció a una tasa anual del 3,2% en el cuarto trimestre de 2022, ligeramente por debajo del 3,3% informado inicialmente. A pesar de la ligera revisión a la baja, el crecimiento se mantuvo fuerte, impulsado por el gasto del consumidor.
El gasto del consumidor superó las expectativas
El gasto del consumidor, un componente clave del PIB, aumentó a un ritmo anual del 3,0% en el cuarto trimestre, por encima del 2,8% estimado inicialmente. Esto demuestra la fortaleza continua del consumidor estadounidense a pesar de las presiones inflacionarias.
Los precios al consumidor aumentaron a un ritmo ligeramente más rápido de lo informado inicialmente en el cuarto trimestre, aunque la inflación se mantuvo relativamente contenida. Esto brinda cierto alivio frente a los temores de una espiral inflacionaria fuera de control.
La demanda interna se mantiene sólida
El fuerte gasto del consumidor y la inversión empresarial señalan que la demanda interna en EE.UU. es más sólida de lo esperado. Esto augura bien para el crecimiento económico en el corto plazo, a pesar de las alzas de tasas de interés por parte de la Reserva Federal.
La economía ha resistido las predicciones de recesión hasta ahora, en gran parte gracias a un mercado laboral ajustado. Los sólidos niveles de empleo sostienen los ingresos y el gasto de los consumidores. Aún existen riesgos de desaceleración, pero el panorama sigue siendo positivo.
Conclusión: la economía se mantiene robusta
En resumen, la economía de EE.UU. enfrenta el primer trimestre de 2023 sobre una base más firme de lo esperado. El gasto del consumidor se mantiene sólido, la inflación se ha moderado y el mercado laboral sigue fuerte. Si bien persisten riesgos de desaceleración, el crecimiento ha demostrado ser resiliente hasta ahora. Los consumidores pueden mantener la confianza en una expansión continua.



