En 2010, con apenas 27 años y sin experiencia en moda, Preysman decidió lanzar una marca digital Everlane con una pregunta simple pero explosiva: ¿Qué pasaría si las marcas dijeran la verdad?
En plena era post-crisis de 2008 —cuando los consumidores desconfiaban de todo— Everlane propuso una idea revolucionaria: mostrar exactamente cuánto cuesta fabricar cada prenda.
Imagina entrar a una tienda y ver una etiqueta que dice:
“Este suéter cuesta $15 fabricarlo. Lo vendemos a $68. Otras marcas lo venden a $180.”
En cualquier manual de marketing tradicional, eso sería un suicidio comercial.
Pero para Michael Preysman, fundador de Everlane, fue la oportunidad perfecta para reinventar una industria dominada por la opacidad.
Y lo logró.
Nada de misterios, nada de precios inflados.
Solo transparencia total.

A cada producto se le añadió un desglose detallado:
- Costo de materiales
- Mano de obra
- Transporte
- Gastos generales
- Margen de beneficio
Y junto a eso, un gesto inédito: fotografías y nombres de las fábricas donde se producían las prendas.
Caras reales. Historias reales. Lugares reales.
Everlane llamó a este enfoque “Transparencia Radical”.
Y lo que parecía una locura, terminó siendo una genialidad.
De la desconfianza a la devoción: por qué la gente se enamoró
Contra todo pronóstico, los consumidores no se escandalizaron al ver los márgenes.
Se sintieron aliviados.
Por primera vez, una marca los trataba con honestidad.
Las ventas explotaron. Las listas de espera para camisetas básicas superaban las 70,000 personas.

En solo unos años, Everlane creció más del 200% anual, superando los $100 millones de dólares en ingresos para 2016.
Su estrategia demostró algo poderoso:
la transparencia no destruye el valor de un producto; lo multiplica.
Las tres claves detrás del éxito de Everlane
- Aprovecharon el momento perfecto
Tras la crisis de 2008, la gente buscaba marcas en las que pudiera confiar. Everlane fue esa respuesta. - Transformaron la honestidad en una ventaja competitiva
No compitieron en diseño ni en marketing agresivo.
Compitieron en algo que no se puede copiar fácilmente: credibilidad. - Convirtieron el precio en una historia
Cada dólar tenía un destino claro.
El precio dejó de ser un número y se convirtió en una narrativa: “esto es lo que cuesta hacer las cosas bien.”
La lección para los pequeños negocios: la confianza es la nueva moneda
En un mundo saturado de promesas vacías, la honestidad es la forma más poderosa de innovar.
Everlane entendió que los consumidores no solo compran productos; compran razones para creer.
Lecciones para emprendedores:
- Muestra el detrás de cámaras de tu negocio.
- Sé transparente con tus precios o procesos.
- Deja que tu historia genere confianza antes que tu publicidad.
- No temas mostrar tus márgenes si tu propósito es claro.
Como dijo Preysman:
“No puedes ser transparente sobre algo de lo que no estás orgulloso.”
La innovación no siempre está en la tecnología. A veces está en la verdad.
Everlane no cambió la moda con un nuevo diseño, sino con una nueva mentalidad.
Y esa puede ser la inspiración que tu negocio necesita hoy:
atreverte a ser radicalmente transparente en un mercado que todavía tiene miedo de serlo.



