Mientras muchos consumidores reducen su gasto en la temporada navideña, Halloween emerge como un fenómeno económico con alma emocional. Según PwC, más del 75% de los adultos en Estados Unidos celebrarán Halloween este año, con un gasto promedio de $290 por persona.
La clave: vender emociones antes que productos.
Ali Furman, líder de la industria de Mercados de Consumo de PwC, lo define como “una clase magistral de merchandising emocional”. Los minoristas están aprendiendo a conectar con la nostalgia, el juego y el sentido de comunidad, elementos que impulsan las ventas y fidelizan clientes.
Estrategias que prolongan la temporada de ventas
La temporada de Halloween ya no empieza en octubre. Cadenas como Michaels y Home Depot adelantaron sus lanzamientos a junio, probando precios, promociones y nuevas líneas. El resultado: los clientes comenzaron a comprar desde septiembre o incluso antes, generando un flujo constante de ingresos.
El gasto total en Halloween podría alcanzar los 13,100 millones de dólares en 2025, un crecimiento del 13% anual, de acuerdo con la Federación Nacional de Minoristas.
Esta tendencia demuestra que extender la temporada de ventas y apostar por lanzamientos temáticos puede mantener la atención del cliente activa todo el año.
La experiencia como motor de conexión
El éxito no está solo en los productos, sino en la vivencia que los acompaña. Desde parques temáticos como Universal Horror Unleashed en Chicago hasta tiendas especializadas como The Horror House Shop, el comercio minorista está apostando por experiencias inmersivas que despiertan emociones y comunidad.
“Halloween se ha convertido en un ritual emocional durante todo el año”, afirma Furman. Esta conexión afectiva se traduce en lealtad de marca y ventas sostenidas, un aprendizaje valioso para pequeñas empresas que buscan fidelizar clientes.
Generación Z: el corazón del consumo emocional
La Generación Z lidera el gasto en Halloween. Esta cohorte no solo busca precios competitivos, sino también historias, autenticidad y experiencias compartidas.
Aunque el 70% realiza sus compras en línea, prefiere comprar en persona cuando la experiencia es significativa.
Para los minoristas, esta conducta representa una lección clara: la experiencia física sigue viva, y puede ser la diferencia entre una venta aislada y una relación duradera con el cliente.
Enseñanzas para los pequeños negocios
- Vende una emoción, no solo un producto. Las experiencias generan conexión y recompra.
- Aprovecha las microtemporadas. Adelantar lanzamientos o crear campañas temáticas puede mantener activo el flujo de ventas.
- Combina lo digital con lo presencial. La Generación Z demuestra que ambas experiencias pueden coexistir con éxito.
- Crea comunidad. Las compras se vuelven rituales cuando despiertan identidad y pertenencia.
Halloween 2025 demuestra que el éxito comercial está en emocionar, innovar y conectar. Lo que comenzó como una festividad estacional se ha convertido en un laboratorio para el futuro del comercio: experiencias inmersivas, consumidores jóvenes y una economía del entretenimiento que los pequeños empresarios pueden replicar para reinventarse.
Vía Retail Dive



