Ikea se enfrentó a una situación crítica a partir de 2018, cuando sus empleados comenzaron a renunciar en grandes cantidades en todas partes, desde Estados Unidos hasta Europa. La mitad de los nuevos contratados abandonaban sus puestos antes de cumplir un año. Esto obligó a la empresa a actuar rápido para identificar las causas y retener personal, en medio de la escasez laboral por la pandemia.
El difícil sector del retail
Los trabajos en el sector minorista suelen tener salarios bajos, horarios irregulares y trato con clientes difíciles. Esto explica por qué la tasa de renuncias es 70% más alta que en otras industrias. La mitad de los empleados consideraban irse, y muchos querían abandonar el sector por completo. En Reino Unido, la rotación es de 50% anual.
La cultura de Ikea no fue suficiente
Si bien Ikea históricamente tuvo menos renuncias que sus competidores, gracias a su cultura corporativa más humana, lidiar con una fuerza laboral global en la era del trabajo flexible se volvió un desafío. Surgieron reclamos sindicales y huelgas en varios países por salarios, trato y beneficios.
El plan de acción global
Ikea implementó una estrategia para reducir la rotación centrándose en los principales problemas de cada mercado. Aumentó salarios y beneficios, mejoró la programación de turnos, capacitó a nuevos empleados y usó IA para detectar riesgos de renuncia. Los resultados fueron una caída de un tercio a una cuarta parte en la rotación voluntaria en EE.UU.
Aumentos de sueldo, la clave
Muchos trabajadores se van por los bajos salarios, así que Ikea incrementó los sueldos iniciales y cerró brechas salariales en varios países. En Reino Unido subió el salario base de 14 a 17 dólares la hora. En India valoran beneficios como guarderías y licencia parental.
Más flexibilidad, menos estrés
Pasar los horarios a Internet en lugar de papeles permitió intercambiar turnos sin aprobación de un gerente, reemplazando un proceso tedioso que generaba estrés. Una herramienta de IA alerta a gerentes sobre empleados en riesgo de renuncia según sus horarios y logra bajar la rotación.
La lucha continúa
Si bien Ikea logró progresos, aún debe mejorar en salud mental y discapacidad. En algunos países aumentaron las renuncias y en Puerto Rico empleados votaron sindicalizarse. Pero la empresa demostró que, centrándose en las necesidades locales, se pueden retener trabajadores y reconstruir la cultura laboral.
Vía Merca 2.0



