La actividad empresarial en Estados Unidos mostró señales de aceleración en octubre, impulsada principalmente por el sector de servicios, según el Índice PMI Compuesto de S&P Global, que subió a 54.8 puntos, frente a 53.9 en septiembre.
Un registro por encima de 50 indica expansión, lo que confirma que la economía privada sigue en crecimiento, aunque de forma desigual.
Este repunte sugiere que el país inició el cuarto trimestre con dinamismo, pese a la falta de datos oficiales debido al cierre parcial del gobierno federal, resultado del estancamiento político en el Congreso.
Factores políticos y arancelarios limitan la confianza empresarial
Aunque los indicadores generales son positivos, el estudio revela una caída en el sentimiento empresarial.
Chris Williamson, economista jefe de S&P Global Market Intelligence, señaló que la confianza a futuro se encuentra en uno de los niveles más bajos de los últimos tres años, debido a la incertidumbre política y al impacto de los aranceles impuestos por la administración Trump.
“Las empresas están preocupadas por las políticas proteccionistas y por las débiles ventas de exportación”, destacó Williamson.
Esta incertidumbre ha frenado las contrataciones, especialmente en la industria manufacturera, y ha generado un aumento de inventarios sin vender, lo que presiona los márgenes de ganancia.
Exportaciones en descenso y acumulación de inventario
El reporte de S&P Global revela que los pedidos de exportación cayeron a su nivel más bajo en seis meses, con un índice de 47.8, mientras que los nuevos pedidos totales aumentaron ligeramente a 54.2.
Las fábricas, enfrentadas a un entorno comercial más restrictivo, han acumulado grandes volúmenes de productos no vendidos, lo que ha obligado a las empresas a moderar los precios de venta.
Aunque los costos de los insumos continúan al alza —reflejados en un índice de 60.8—, muchas compañías están absorbiendo el impacto de los aranceles en lugar de trasladarlo al consumidor final, en un intento por mantener la competitividad del mercado.
El empleo crece, pero sin fuerza en la manufactura
El empleo privado también registró una mejora leve, con un aumento del índice a 51.4 puntos, frente a 50.6 en septiembre.
No obstante, el impulso provino casi exclusivamente del sector de servicios, ya que las fábricas reportaron un ritmo de contratación más lento.
S&P Global explicó que las empresas enfrentan dificultades para reemplazar trabajadores y muestran precaución para aumentar su plantilla ante la incertidumbre sobre la demanda futura.
“El crecimiento del empleo está limitado por la falta de candidatos y por las dudas sobre la estabilidad de las ventas”, indicó el informe.
Políticas proteccionistas y su impacto en la inflación
El efecto de los aranceles a las importaciones sigue siendo un punto de tensión para la economía estadounidense.
Si bien han impulsado ligeros aumentos en los precios al consumidor, la inflación no ha escalado a niveles alarmantes, en parte porque las empresas están absorbiendo los costos adicionales.
Economistas advierten que esta estrategia, aunque protege al cliente, reduce el margen para contratar más personal o invertir en innovación.
La Reserva Federal podría responder con una reducción de tasas de interés en la próxima semana, con el objetivo de estimular la creación de empleo y compensar la desaceleración manufacturera.
Un equilibrio frágil entre crecimiento y precaución
El panorama actual refleja una economía que avanza, pero con cautela.
El repunte de octubre confirma que el consumo y los servicios mantienen el motor activo, pero las tensiones políticas y los retos del comercio exterior podrían frenar la confianza del empresariado en los próximos meses.
Para los pequeños negocios, la lección es clara:
- Adaptarse con agilidad a los cambios políticos y comerciales.
- Controlar inventarios y costos para evitar sobrecargas.
- Mantener la confianza del cliente sin sacrificar estabilidad.
En un entorno global incierto, la resiliencia empresarial será el activo más valioso.
El crecimiento económico de octubre ofrece una señal de resistencia del sector privado, pero también un recordatorio de que las decisiones políticas pueden redefinir el rumbo de la economía.
Para los emprendedores y dueños de pequeños negocios, la clave está en leer las tendencias con visión estratégica: diversificar mercados, fortalecer la productividad y prepararse para un entorno donde la confianza y la adaptación marcan la diferencia entre sobrevivir y prosperar.
Vía Reuters



