Desde abril de 2025, las políticas arancelarias del presidente Donald Trump han generado un impacto devastador en las pequeñas y medianas empresas (pymes) de Estados Unidos. De acuerdo con un informe del Comité Económico Conjunto del Congreso, más de 366,000 empleos se han perdido en negocios con menos de 10 empleados desde el inicio de su administración.
La decisión del 2 de abril de aplicar el mayor aumento arancelario desde 1930 afectó de inmediato a los negocios que dependen de insumos importados, muchos de ellos sin alternativa nacional.
Insumos más caros, márgenes más bajos y riesgo de cierre
Negocios como el de Elana Gabrielle, diseñadora en Portland, ahora pagan aranceles de más de $1,000 por cada pedido de telas desde Lituania. En Wisconsin, Joel Boblit, de BigBadToyStore, ve sus ganancias desaparecer por un impuesto del 30% sobre sus figuras de acción importadas.
Este escenario se repite en todo el país. Dos de cada tres pymes utilizan productos importados o insumos del extranjero, según el reporte. Y en sectores como manufactura, construcción, logística y gastronomía —donde predominan los pequeños negocios— los aranceles han encarecido insumos clave como acero, madera y componentes electrónicos.
Pymes sin sustitutos locales y sin voz en la política comercial
Aunque el discurso oficial defiende la “reciprocidad” y la protección de empleos, muchas pymes no tienen cómo absorber el impacto. El 44% del PIB estadounidense depende de este segmento empresarial, pero sus necesidades específicas no están siendo consideradas.
El Congreso confirma que la mayoría de las materias primas afectadas no se producen en EE.UU. o tienen un precio tres veces mayor. Esto pone en jaque a miles de negocios que no pueden adaptarse a los cambios rápidos en la política comercial.
Cámaras empresariales exigen alivios inmediatos para evitar más cierres
La Cámara de Comercio de Estados Unidos envió una carta formal al gobierno federal, exigiendo medidas concretas como exclusiones automáticas de aranceles para pequeños negocios y procesos ágiles para excepciones en productos sin sustitutos locales.
La advertencia es clara: si las negociaciones se demoran, muchos negocios no sobrevivirán para ver los resultados. La carta también recuerda que sin flexibilidad ni certidumbre, las pymes no pueden mantener su operación ni planificar a largo plazo.
La batalla legal de cinco empresas contra Trump
Cinco empresas, incluyendo MicroKits, V.O.S. Selections y Terry Cycling, han presentado una demanda ante la Corte de Comercio Internacional, argumentando que los aranceles no cumplen con los criterios legales de emergencia ni con la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional.
Estas compañías relatan pérdidas millonarias, riesgos de cierre, y la imposibilidad de trasladar los costos al consumidor. En conjunto, denuncian una política arancelaria que amenaza la viabilidad del pequeño comercio estadounidense.
Pausa temporal no es suficiente para salvar empleos ni negocios
Aunque el gobierno pausó los aranceles recíprocos por 90 días, la incertidumbre continúa. Las pequeñas empresas siguen sin saber qué medidas se tomarán a largo plazo, mientras lidian con sobrecostos, pérdida de clientes e inestabilidad financiera.
Lo que para el presidente Trump fue un «día de liberación comercial», para millones de pequeñas empresas fue el inicio de una crisis estructural. En un país donde los pequeños negocios son el corazón de la economía, la política arancelaria está transformándose en una amenaza silenciosa pero devastadora.
Fuentes: Cámara de Comercio de Estados Unidos , Ground News , American Progress



