Guardian Bikes, una compañía ubicada en Seymour, Indiana, está rompiendo esquemas al producir 12,000 bicicletas infantiles por semana en territorio estadounidense. En un país donde la mayoría de la producción se ha desplazado al extranjero, este esfuerzo busca demostrar que “Hecho en EE.UU.” aún tiene futuro.
Durante décadas, la industria manufacturera local perdió fuerza. Entre 1997 y 2023, el número de fábricas en el país cayó un 25 %, impulsado por la búsqueda de mano de obra más barata y cadenas de suministro globales. Sin embargo, hoy existen señales de cambio, con empresas y políticos apostando por la relocalización de la producción.

Inversión y financiamiento como motor del cambio
En 2022, Guardian Bikes abrió su propia planta con apoyo de 19 millones de dólares financiados por JPMorgan. Aunque los costos iniciales fueron altos, la automatización y los menores tiempos de inventario han permitido compensar gastos frente a los largos plazos de entrega desde Asia.
El actual entorno de aranceles y subsidios bajo la Ley CHIPS también está generando condiciones más competitivas. En algunos casos, las piezas locales resultan incluso más baratas que las importadas de China.
Obstáculos en la cadena de suministro
A pesar de los avances, construir un sistema de proveedores nacionales sigue siendo un reto. Piezas clave, como cadenas de bicicleta y reflectores, ya no se producen a gran escala en EE.UU., obligando a muchas compañías a seguir dependiendo del extranjero.
Expertos señalan que países como China y Vietnam llevan décadas invirtiendo miles de millones en fábricas, capacitación y redes de insumos, lo que complica la competencia directa.
Impacto en los precios y en el consumidor
El debate sobre la manufactura en EE.UU. gira en torno a un dilema: ¿cómo producir de manera competitiva sin elevar los precios para los consumidores? Según Colin Grabow, del Instituto Cato, si productos como zapatos, teléfonos o artículos de uso cotidiano se fabricaran localmente, su precio sería mucho más alto.
Sin embargo, voces dentro del sector argumentan que invertir en producción nacional no solo es una cuestión de costos, sino de soberanía económica, resiliencia y generación de empleo.
Oportunidad para los pequeños negocios
Aunque el camino es difícil, Guardian Bikes demuestra que es posible innovar y mantenerse competitivo fabricando en EE.UU. Para los pequeños empresarios, esta experiencia deja una lección clave: apostar por la creatividad, la automatización y la inversión inteligente puede abrir oportunidades incluso en un entorno de incertidumbre global.
El futuro de la manufactura estadounidense aún está en construcción, pero lo que sí está claro es que las pequeñas empresas tienen un rol estratégico en este renacer.
Vía CNBC



