La administración de Donald Trump ha eliminado la exención arancelaria conocida como «de minimis», que permitía la importación libre de impuestos para paquetes con valor inferior a 800 dólares provenientes de China y Hong Kong.
Esta medida expone estos productos a aranceles del 145% para la mayoría de artículos chinos, generando un impacto inmediato en el comercio electrónico internacional.
La decisión forma parte de la escalada en la guerra comercial entre Estados Unidos y China, provocando represalias por parte de Pekín y transformando radicalmente el panorama del comercio minorista global.
¿Cómo están respondiendo las empresas ante esta medida?
La reacción empresarial ha sido contundente y diversa:
- Space NK, empresa británica de productos de belleza, ha suspendido completamente sus pedidos y envíos de comercio electrónico a Estados Unidos.
- Understance, compañía canadiense especializada en lencería fabricada en China, anunció a través de Instagram que suspenderá temporalmente sus envíos al mercado estadounidense.
- Oh Polly, tienda de ropa británica, ha incrementado sus precios en Estados Unidos un 20% en comparación con otros mercados, y contempla futuros aumentos.
- Shein, gigante de la moda rápida con sede en Singapur, intenta mantener la calma entre sus clientes asegurando que «la mayoría de nuestras colecciones siguen siendo tan asequibles como siempre», aunque algunos productos experimentarán cambios de precio.
- Temu, filial internacional del gigante chino PDD Holdings, ha destacado en su sitio web los productos ya almacenados en territorio estadounidense, etiquetándolos como «Locales» para evitar los nuevos aranceles.
¿Cuándo y dónde comenzó esta crisis arancelaria?
La eliminación del «de minimis» se hizo efectiva el 2 de mayo, afectando específicamente a productos originarios de China y Hong Kong que ingresan al mercado estadounidense. Esta medida fue anunciada por el presidente Donald Trump el mes pasado como parte de su estrategia para presionar comercialmente a China.
El impacto se está sintiendo a nivel global, desde empresas británicas y canadienses hasta gigantes del comercio electrónico con sede en Singapur y China, demostrando el alcance internacional de las políticas comerciales estadounidenses.
¿Por qué se eliminó la exención arancelaria?
La medida «de minimis» fue originalmente implementada para facilitar el comercio internacional de bajo valor. Sin embargo, se convirtió en blanco de críticas bipartidistas por varios motivos:
- Seguridad nacional: Facilitaba el contrabando de ingredientes para la fabricación de fentanilo desde China.
- Competencia desleal: Impulsó un aumento repentino en las importaciones de ropa, juguetes y muebles baratos fabricados en China a través de plataformas como Temu, Shein y Amazon Haul.
- Propiedad intelectual: En 2024, los envíos bajo esta exención representaron el 97% de las incautaciones de carga relacionadas con infracciones de propiedad intelectual realizadas por Aduanas y Protección Fronteriza.
¿Para qué sirven estos nuevos aranceles según sus defensores?
Los defensores de esta medida arancelaria argumentan que busca varios objetivos estratégicos:
- Proteger la industria nacional estadounidense frente a la competencia de productos chinos de bajo costo.
- Combatir la falsificación de productos y proteger la propiedad intelectual.
- Incrementar la transparencia en el comercio internacional, ya que sin el «de minimis», los vendedores deben proporcionar información más detallada sobre el origen de cada componente de sus productos.
- Reequilibrar la balanza comercial entre Estados Unidos y China.
El impacto en el futuro del comercio electrónico
La eliminación de esta exención arancelaria está transformando radicalmente el panorama del comercio electrónico global. Cindy Allen, directora ejecutiva de Trade Force Multiplier, resume la situación: «Pasamos de cero al 145%, lo cual es realmente insostenible tanto para las empresas como para los clientes. He visto a muchas pequeñas y medianas empresas simplemente abandonar el mercado».
Sin embargo, esta disrupción podría beneficiar a ciertos actores del mercado:
- Minoristas con presencia física en Estados Unidos, como la cadena británica Primark, que no depende del comercio electrónico.
- Fabricantes con producción fuera de China que pueden evitar estos aranceles.
- Empresas con capacidad logística para mantener inventario en territorio estadounidense.
George Weston, director ejecutivo de Associated British Foods (propietaria de Primark), sugiere que «con el aumento de precios en este sector, me pregunto si algunos estadounidenses podrían empezar a volver a los centros comerciales para encontrar allí algo de valor».
Conclusión: Una nueva era para el comercio global
La eliminación de la exención «de minimis» marca un punto de inflexión en el comercio internacional. Las empresas ahora enfrentan una decisión crítica: adaptarse a las nuevas condiciones del mercado estadounidense, buscar alternativas de fabricación fuera de China, o abandonar completamente uno de los mercados de consumo más grandes del mundo.
Esta medida proteccionista, independientemente de sus méritos o críticas, está redibujando el mapa del comercio electrónico global y podría señalar el fin de una era de productos ultrabaratos disponibles con un solo clic.
Vía Forbes