En junio de 2025, el Índice de Confianza del Consumidor del Conference Board experimentó una caída de 5.4 puntos, situándose en 93.0, frente a los 98.4 de mayo. Este retroceso refleja un enfriamiento en la percepción de los consumidores sobre el presente y el futuro de la economía estadounidense.
Este dato es especialmente relevante para quienes tienen una pequeña empresa, ya que el comportamiento del consumidor está estrechamente vinculado a la intención de compra, gasto en servicios y adquisición de productos.
Condiciones actuales del mercado y empleo pierden fuerza
El Índice de Situación Actual, que evalúa cómo perciben los consumidores la economía y el mercado laboral, bajó a 129.1 puntos, mientras que el Índice de Expectativas —proyección de ingresos, empleo y negocios a corto plazo— cayó a 69.0, por debajo del umbral de 80, tradicionalmente relacionado con una posible recesión.
Los consumidores reportaron una menor percepción positiva sobre la disponibilidad de empleos y sobre las condiciones comerciales. Solo el 19% calificó la situación económica como “buena”, mientras que aumentaron las respuestas negativas sobre el entorno de negocios.
Menor optimismo sobre ingresos y oportunidades a futuro
Entre los hallazgos más importantes:
- Solo el 16.3% de los encuestados espera que sus ingresos aumenten (vs. 18.6% en mayo).
- El 25.9% cree que habrá menos empleo disponible en los próximos seis meses.
- La expectativa de que las condiciones comerciales mejoren cayó del 19.9% al 16.7%.
- Más personas anticipan una recesión en los próximos 12 meses, manteniéndose la percepción en niveles altos.
Esta falta de optimismo puede tener un impacto directo en las ventas minoristas, contratación y consumo, claves para cualquier pequeño negocio que dependa de la actividad del cliente local.
¿Qué preocupa a los consumidores?
Las preocupaciones que más influyen en la confianza del consumidor son:
- Aranceles: percibidos como factor negativo en precios y economía.
- Inflación: aunque moderada, sigue presente en la mente del consumidor.
- Geopolítica y tensiones sociales, aunque con menor peso, también fueron mencionadas.
A pesar de este panorama, la perspectiva sobre los ingresos familiares futuros mejoró, alcanzando su nivel más alto en cuatro meses. Esto sugiere que, si bien hay incertidumbre, existe potencial de recuperación si se estabilizan factores macroeconómicos.
Cambios en hábitos de consumo y oportunidades para emprendedores
Los datos revelan un cambio en las intenciones de compra:
- Mayor intención de gastar en experiencias como salir a cenar, museos, fitness y servicios para vehículos.
- Planes de compra de automóviles estables; compra de viviendas y electrónicos disminuyen.
- Aumento en compras de electrodomésticos, especialmente productos funcionales.
Para las pequeñas empresas, esto representa una oportunidad para ajustar ofertas enfocadas en servicios, experiencias y artículos de uso cotidiano que el consumidor aún está dispuesto a adquirir.
¿Qué puede hacer un emprendedor ante este escenario?
- Escuchar al consumidor: ajustar precios, formatos y promociones que respondan al momento económico.
- Ofrecer valor tangible: más que descuentos, destacar beneficios claros como durabilidad, servicio o conveniencia.
- Diversificar canales: incorporar herramientas digitales para aumentar el alcance sin elevar costos.
- Planificación flexible: ante un entorno incierto, adaptarse rápido es más importante que tener estrategias rígidas.
La baja en la confianza del consumidor en EE.UU. no es una sentencia de crisis, sino una señal de advertencia. Quienes logren interpretar estos datos y adaptarse con inteligencia, podrán mantener la estabilidad e incluso crecer durante periodos inciertos.
Para el pequeño empresario, este es el momento de mirar más allá de las ventas del día y enfocar la estrategia en sostenibilidad, adaptación y conexión emocional con sus clientes.



