Una ola de miedo e incertidumbre está recorriendo las comunidades latinas en Estados Unidos, y sus efectos ya se sienten en los balances de las grandes corporaciones. Las redadas generalizadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), impulsadas por la administración Trump, han provocado que millones de latinos, incluyendo aquellos con estatus legal, teman salir de sus hogares y modificar drásticamente sus hábitos de compra.
Esta situación está llevando a una caída significativa en las ventas de gigantes como Coca-Cola, Modelo y Colgate-Palmolive, y afectando a minoristas y cadenas de restaurantes. Para marcas que históricamente han dependido del poder adquisitivo hispano (estimado en 2.1 billones de dólares anuales), la retirada de estos consumidores representa un desafío económico de proporciones alarmantes.
Es una clara señal de cómo las políticas migratorias pueden tener un impacto directo y negativo en el consumo y la prosperidad económica.
¿Cómo el miedo paraliza el gasto y la actividad económica?
Este temor se traduce en pérdidas millonarias para las empresas es multifacético:
- Retirada de la Vida Pública: El miedo a ser detenidos por agentes de inmigración ha llevado a muchos latinos a reducir sus salidas y evitar lugares públicos, impactando directamente el tráfico en tiendas, centros comerciales y restaurantes. Manuel Marchant, ciudadano estadounidense naturalizado, confiesa que ya no sale de noche si puede evitarlo, por temor a ser detenido.
- Caída del Gasto Discrecional y Esencial: La gente está «renunciando a sus compras habituales y a comer en restaurantes», lo que afecta a categorías de productos de consumo masivo y servicios. En Plum Grove, Texas, dueños de tiendas de conveniencia reportan ver a agentes de ICE en sus estacionamientos, ahuyentando clientes. Las ventas en Let’s Go Market en Cleveland, Texas, cayeron casi un tercio en febrero y no se han recuperado del todo.
- Pérdida de Empleos y Poder Adquisitivo: La pérdida de empleos en sectores como la construcción (donde la mano de obra migrante es crucial) ha dejado a los hispanos con menos dinero para gastar, agravado por el impacto de la inflación en sus presupuestos mensuales. Isabel Aguilar, vendedora en un Mercado de Agricultores en Houston, reporta que sus clientes «no quieren gastar porque, obviamente por miedo, prefiere guardar su dinero en caso de que haya deportaciones».
- Boicots y Desinformación: Un boicot impulsado por videos en redes sociales, que falsamente afirmaban que Coca-Cola había solicitado ayuda a ICE para expulsar trabajadores, también ha afectado las ventas de la marca, llevando a consumidores a optar por alternativas como Pepsi.
¿Dónde se siente la presión?
El impacto de las redadas migratorias ha escalado en las últimas semanas y meses. Las protestas, inicialmente en Los Ángeles, se han extendido a otras ciudades, lo que llevó al presidente Trump a enviar tropas de la Guardia Nacional y la Infantería de Marina.
Este fenómeno se siente con particular intensidad en todo Estados Unidos, especialmente en los estados del sur con una gran población hispana, como Texas y Florida.
Los resultados financieros de las empresas ya lo reflejan:
- Primer Trimestre (Q1): Coca-Cola reportó una caída del volumen de ventas en Norteamérica del 3% en el primer trimestre del año, en parte por la retirada de compradores hispanos.
- Últimos Meses: Colgate-Palmolive, Modelo (Constellation Brands), Wingstop y El Pollo Loco han comunicado a inversores en los últimos meses que la disminución del gasto hispano está perjudicando sus ventas.
- Tendencia General: Un informe de Kantar de mayo reveló que los compradores hispanos redujeron las visitas a las tiendas físicas más que los no hispanos en el primer trimestre, y aumentaron sus compras en línea. Walgreens, Home Depot y Dollar General han visto disminuciones significativas en el número de compradores hispanos.
¿Por qué las marcas deben reconectar y apoyar?
La situación es clara: la necesidad urgente de que las marcas y las autoridades comprendan el profundo impacto del miedo en el comportamiento del consumidor y la economía.
Es crucial que las empresas actúen con empatía y estrategia se debe a:
- Preservar una Base de Clientes Vital: Los consumidores hispanos representan casi una de cada cinco personas en EE. UU. y uno de cada cuatro consumidores de la generación Z. Perder este segmento es un golpe devastador para cualquier marca.
- Mantener el Flujo Económico: La pérdida de confianza y la reducción del gasto hispano tienen un efecto cascada en toda la cadena de suministro y en la economía local.
- Fortalecer la Confianza y la Lealtad: Marcas con un fuerte arraigo en la comunidad hispana, como Coca-Cola, ya están trabajando para recuperar a estos consumidores con campañas de marketing bilingües como «Para Todos», una reinvención de un conocido anuncio de hace dos décadas en Argentina. Esto demuestra la importancia de la conexión cultural y la respuesta a las preocupaciones de la comunidad.
- Desafío a la Narrativa: Las empresas enfrentan el desafío de contrarrestar la desinformación y los boicots, comunicando de forma clara su postura y sus valores.
Las marcas y minoristas que comprendan y apoyen a sus clientes hispanos, ofreciendo promociones, reducciones de precios y estrategias de recetas culturalmente relevantes, no solo mitigarán el impacto, sino que construirán una lealtad duradera.



